INTRODUCCIÓN


Vivir en un entorno saludable es algo que todos deseamos; sin embargo, muchas veces se presentan problemas que afectan el bienestar de las personas, en especial, de los adolescentes y jóvenes. Vivir saludablemente no solo significa estar libre de enfermedades, si no que las personas podamos llevar una vida plena, es decir, tener la posibilidad de desarrollar una buena autoestima, estar rodeados de un ambiente donde exista afecto y relaciones armoniosas, que sea agradable, limpio y seguro. Una vida saludable implica también tener acceso a espacios de recreación, ocupar el tiempo libre de manera productiva; en general, tener la oportunidad de gozar de todo aquello que nos procure bienestar y crecimiento personal y social.
Para lograrlo; se requiere la participación de todos los actores de la sociedad. Por ello, los adolescentes tienen la responsabilidad, como todos los ciudadanos, de aportar y emprender acciones que contribuyan a la salud, el bienestar y el desarrollo humano.


En conclusión si logramos tener una buena vida saludable nuestra vida se verá mejorada en gran manera.





¿Cómo conseguir una vida saludable?



Los buenos hábitos de salud pueden ayudarle a evitar una enfermedad y mejorar su calidad de vida. Las siguientes medidas le ayudarán a sentirse y vivir mejor. 


Llevar una dieta equilibrada:


Aportar a nuestro cuerpo una amplia variedad de alimentosen cantidades adecuadas a nuestras características físicas, es un factor vital para nuestra salud. Los expertos aconsejan moderar el consumo de carnes grasas, pastelería, bollería, azúcares y bebidas refrescantes. También se recomienda ingerir diariamente derivados de cereales y patatas, verduras, hortalizas, frutas, leche y derivados lácteos, y aceite de oliva.


Realizar ejercicio físico:
El ejercicio regular es imprescindible para mantener el tono y la masa muscular, evitando problemas postulares y dolores de espalda. Además, disminuye la presión arterial, favorece un nivel adecuado de azúcar en sangre, mejora la densidad ósea, refuerza el sistema inmunitario, mejora el estado de ánimo, reduce las posibilidades de depresión y ayuda a regular el apetito. Realizar un mínimo de 60 minutos diarios de actividad físicaen el caso de la población infantil y adolescente, y de 30 a 60 minutos al día en la población adulta, es una de las recomendaciones de La Organización Mundial de la Salud (OMS)
     

Descansar las horas necesarias:

Conciliar el sueño es un factor fundamental ya que, durante su transcurso, se suceden procesos metabólicos vitales que repercuten en nuestra vida diaria activa. La recomendación es dormir de 7 a 9 horas al día, además de reservar un tiempo para la siesta con una duración de media hora “como máximo”, pues si se supera este tiempo “se reduce la presión para el sueño nocturno”.
  

Mantener una higiene personal


Mediante la ducha evitamos la presencia de bacterias y gérmenes que afectan a la salud de nuestra piel. La higiene de las manos es la mejor barrera para evitar muchas enfermedades ya que es la vía de contacto más habitual con las bacterias. La limpieza bucodental también resulta fundamental para evitar infecciones.





El sedentarismo, el consumo de tabaco o la ingesta excesiva de alcohol.
El consumo de cigarrillos se considera una drogodependencia y su consumo crónico implica una alta toxicidad. El consumo prolongado de alcohol aumenta la probabilidad de sangrado de esófago, inflamación y daños en hígado y páncreas, desnutrición o cáncer de esófago, colon, cabeza, cuello o mamas.

   



BENEFICIOS DE UNA VIDA SALUDABLE

Los principales beneficios de una vida sana son los siguientes:

Prevención de enfermedades cardiovasculares: Al practicar deporte, se trabaja el corazón, se mantiene saludable y se evitan riesgos coronarios.

   



Aumentar la expectativa de vida: El deporte te mantiene sano y puede ayudar a llevar una vejez con menos enfermedades.


Liberar tensiones y desestresarse: Una de las formas más fáciles y económicas de despejar la mente de las responsabilidades y presiones, es haciendo deporte. Una hora de trote o una caminata de 20 minutos hacen la diferencia en el estado anímico de una persona.


Bajar de peso de forma saludable: Sin dietas peligrosas y sin pasar hambre, el deporte es la herramienta que permite mantenerse sano.

  

Mejorar la capacidad pulmonar: Al hacer ejercicio se trabaja la resistencia y la respiración.


Evitar dolores musculares: El entrenamiento correcto fortalece la musculatura, haciendo desaparecer esos molestos dolores de espalda, de cuello y hombros.


Favorecer la digestión: El deporte, en general, pero específicamente algunas actividades como el yoga o pilates, previenen el estreñimiento y facilitan una buena digestión.

                                       

Prevenir problemas óseos y de articulaciones: Con el deporte los huesos se fortalecen y las articulaciones se mantienen sanas, evitando enfermedades como la osteoporosis o artritis.


                                    


Mejorar el equilibrio, resistencia y agilidad: En todo tipo de ejercicios hay que trabajar una de ellas o las tres.

                    


Andar de mejor ánimo: Al hacer deporte secretas endorfinas. Es la llamada “hormona de la felicidad”, que ayuda a estar de mejor humor, más feliz y positivo.

                         vida saludable